Me ha dado tanta culpa no entregarme completamene en cuerpo y alma a la Topografía que cada que coqueteo con el software libre me he sentido un poco sucio y traidor.
He buscado el pretexto más inverosimil para atragantarme, deleitarme, llenar de las mieles del conocimiento esta boca. Y sé que en el fondo quisiera que ese atracón desesperadamente lento y atropellado rindiera frutos generando algunos pesos ó bienestar o diera luces de que si tiene algún sentido. Aunque sería mucho mentir si no aceptara que más de un par de veces la vida me guiñó el ojo otorgándome el placer de vivir de ese conocimiento culposo y con ello pagar algunas cuentas, gracias a ese egoísmo.
Por esta razón creo que me viene aceptar que no me siento pleno ejerciendo a totalidad la Topografía, y que he buscado como tener un abordaje menos práctico pero “más elegante” para resolver algún problema o tarea de un trabajo.
Al final ya no se si soy quien soy ó es la muerte del Padre, esa que hace que cuando el Padre falte esté más presente y vigente que nunca, la que me haya conducido por este camino de intentar cruzar por la senda del la geoinformática y el software libre. Se han quedado sueños atrás, pero ésta necedad permanece e insiste y no deja de hacer ruido en mi mente. Algunas obsesiones congenitas habrán termiando cuajando en mi caracter. Quisiera dirijirme con un paso más firme a apostar por abordar con menos culpa la develación de los algoritmos y con ello ganarme la vida. Mirar dentro de la cajas negras para enteder los trazos de cómo están algas construidos los hechos.
Quizás parece que trato de imprimirle dramatismo y que me azoto contra el piso escibiendo esas ideas, pero estoy tratando de mostrarme a mi mismo mi composición. Y aunque se que el camino a la verdad tiene una trayectoria en espirial, un avance en esto debe ser por mi reconocido.
Cómo es que estoy en ésta situación persiguiendo ciertos tipos de actividades, jovis y trabajos y tratando de alejarme de otros. Cómo es que no he considerado digno un camino distinto a la Ingeniería Topográfica pero al mismo tiempo no me he considerado digno de ejercer el oficio de la informática o geoinformática o la fotografía o la pitura o la docencia.
Me siento poco digno por no ser parte de quienes escriben, idean, encabezan la implementación de un proyecto, pero algún aporte he de ofrecer. Trato de convencerme de que algo valioso y digno habrá en la actividad que pueda hacer para en algo contribuir. Y he elegido desde hace tiempo la divulgación, enseñar, compartir conocimiento. Y queriendo o no tengo algo de trabajo en ello. Si algo sí me parece digno hasta los huesos es ser profesor o maestro. En una ocasión al regresar de un curso de fotogrametría con software libre en Morelia, Michoacan, me detuvieron para una revisión, un personal del la Guardia Nacional me preguntó “A que se dedica” y ahora si contesté muy dignamente “Soy Topógrafo y soy Profesor”. “Muy bien, pásele” me dijo el señor militar.